¿Te gustaría trabajar con niños pero no quieres sentirte atrapado en un aula? ¿Piensas que los pequeños de la casa pueden tener un mayor aprendizaje de la vida si compatibilizan la teoría con experiencias reales? Lo ideal para ti podría ser trabajar en una granja escuela, un espacio en el que los infantes aprenden a respetar a los animales y descubren cómo se cultivan los alimentos.
Para poder ser monitor en uno de estos centros es necesario que hagas un curso de educación infantil para tener una formación básica. Continúa leyendo para saber cómo sería trabajar en una granja escuela. ¡Empezamos!
El de la granja escuela no es un concepto novedoso pero una gran parte de la población no ha tenido la oportunidad de conocerlo. Por eso, antes de pensar en trabajar en una granja escuela es fundamental saber qué es este lugar y en qué consiste lo que se hace en él.
Los expertos en educación aclaran que se trata de un recurso educativo que siempre ha estado diseñado para niños de entre dos y seis años. Es decir, estaría destinado a los pequeños en la etapa previa a la educación reglada obligatoria.
A esta escuela tan inusual se puede acudir toda la semana o en excursiones que organizan los propios centros infantiles. Pero los alumnos permanentes pueden ir tomando contacto con el mundo exterior y aprendiendo a la vez que se divierten sin necesidad de estar en el colegio. Estas entidades pueden ser vistas también como una herramienta de aprendizaje más que solo como otro tipo de escuela.
Lo normal es que se cuiden animales de granja, se hagan cultivos y se desarrollen acciones relacionadas con el medio ambiente en general. Así los estudiantes aprenden más sobre el mundo rural.
La ventaja es que no lo hacen únicamente con un libro, de manera teórica, sino que pueden ver cómo evolucionan los animales y las plantas y también los pueden tocar incrementando su experiencia vital en los primeros años. Por otra parte, ayudan a que los pequeños de la casa se relacionen entre ellos y con sus monitores en un contexto menos formal. Quizá por eso también se organizan las visitas de colegios de Infantil y Primaria reglados.
En la actualidad, en nuestro país, existen la modalidad pública y la modalidad privada de estas instalaciones. Las actividades suelen ser las mismas pero lo que varían son los precios que tienen que pagar los padres por el acceso. A veces incluso se permiten las visitas familiares o las celebraciones de cumpleaños en días no lectivos, pero se cobra una tarifa importante por ellas.
¿Te ha parecido apasionante este tipo de oficina? Pues si quieres trabajar en una granja escuela necesitas ser un profesional cualificado para estar en contacto con los alumnos. Como vas a trabajar con niños muy pequeños, te recomendamos que elijas algún curso de Educación Infantil para prepararte.
Los encontrarás presenciales y online, más baratos y más caros, con un temario más largo o más corto, pero eso depende de tu elección. La labor que harás como monitor o profesor será la misma.
Se puede educar en un contexto campestre enseñando las tareas habituales de una granja. ¡No lo dudes! Podrás explicar desde anatomía cuando un animal se haga daño hasta el origen de la vida en un parto. Las plantaciones del huerto darán margen para repasar cuestiones como la fotosíntesis.
Hay un montón de actividades que dirigirás y vigilarás:
Te recomendamos estudiar educación infantil porque cada vez hay más exigencias formativas para los monitores. Los padres también demandan poder estar tranquilos con los profesores que enseñan a sus hijos.
Con independencia de que introducir a los niños en el contexto escolar desde pequeños es positivo para su evolución, los expertos afirman que estas escuelas diferentes aportan muchos beneficios. Una vez acabes tus estudios y llegues a trabajar en una granja escuela lo podrás comprobar directamente.
Entre esas ventajas está el saber de dónde proceden los alimentos y los productos que consumen o aprender cómo es una dieta saludable. Igualmente valorarán el trabajo del sector agrario. Le darán la importancia a los animales, tratándolos con respeto, porque los seres humanos los necesitamos para vivir por su carne u otros productos que generan como la lana o los huevos.
Contigo como educador verán y entenderán los ciclos naturales de cada producto, siendo así conscientes de cómo cuidar el medio ambiente atendiendo a la temporada y comprando productos de kilómetro cero.
Además de ver el reciclaje en primera persona e interiorizarlo, participar en el programa lectivo de una granja les enseñará más valores y la necesidad de convivir y trabajar en equipo. Así tendrán grandes habilidades sociales desde pequeños
Aunque es verdad que no existe una lista de granjas escuela tan larga como la de colegios de Infantil y Primaria, sí tendrás una red en la que buscar un puesto laboral con futuro y un salario razonable. Además, valorarás la tranquilidad y la satisfacción de trabajar en un entorno calmado. Actualmente hay centros en toda España pero algunas comunidades cuentan con una mayor concentración. Es el caso, por ejemplo, de Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha o Galicia.
Pero mirando en un mapa te puedes topar con la granja escuela del Belelle; el Palomar; Conlleu; La huerta de Carlos; El Álamo; Atalaya de Alcaraz; Abioncillo o la Granja de Flix. Son solo algunas de las puertas a las que puedes llamar para cumplir tu objetivo.
Te falta elegir el destino y si nada se adapta a lo que quieres siempre puedes crear tu propio negocio. En un momento en el que mucha gente está buscando nuevas oportunidades de negocio en el entorno rural, quizá obtengas ayudas de las administraciones para montar tu complejo educativo.
¿Tienes completamente claro que quieres trabajar en una granja escuela? Tu primer paso para lograr el reto es formarte en educación infantil. Si tienes dudas para encontrar los mejores estudios en Cursos.es te ayudamos.
¡Toma las riendas de tu vida e incorpórate a tu trabajo perfecto!